Es una de las zonas que más encanto tiene para mi, ya que podemos disfrutar de unos lugares paradisíacos, las playas de arena blanca del tipo caribeño y la montaña en el mismo lugar.
Allí se respira naturaleza por los cuatro costados, no hay coches, ni zonas urbanizadas, hay silencio y murmullo del mar que se complementa con los silbidos de pájaros y gaviotas.
Un lugar para soñar y meditar. Sencillamente fantástico!!
