miércoles, 16 de julio de 2014

CON EL PASO DEL TIEMPO HE APRENDIDO

El otro día ojeando Facebook, dejaron en mi muro un texto de esta actriz, que me encanta como trabaja en las películas, y que creo que puede ser el tema para una reflexion.

"Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. 
No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza.
 Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme. 
Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. 
Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica.
 No me ajusto más con la barriada o el chusmerío.
 No soporto conflictos y comparaciones. 
Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición.
 No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar.
 Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. 
Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia" 

(Meryl Streep).

Y es verdad, porque con el paso del tiempo aprendemos a tomarnos las cosas de otra manera, y lo que en un momento dado podía parecerte lo mejor del mundo,ahora y según los acontecimientos, los detalles o simplemente porque las personas cambiamos, nos puede resultar algo pasable o simplemente "del montón".
Con la edad por una parte aprendemos a ser mas selectivo para los sitios que visitamos, lugares donde nos encantaba ir ahora nos resultan casi inaguantables por el ruido, o por el tipo de personas que los visitan.
Somos menos pacientes con lo que te incomoda, no luchas por retener algo que ves que se está escapando, porque aprendemos a ver que lo que se te va de las manos, es quizás porque no quiere permanecer contigo.
Con la edad nos gusta conservar los amigos, recordar junto a ellos los buenos momentos y compartir momentos que son únicos, precisamente porque la buena amistad es la que perdura pasando buenos y malos momentos.
Con la madurez de la vida esperas cosas que en la juventud son impensables, aprendes que la diplomacia llega un momento que se convierte en una tortura, y que no siempre lo mejor es entrar en discusiones o tampoco doblegarse ante lo que no tiene solución.
Y en la amistad como dice la actriz en su texto, me desagrada la falta de lealtad y la traición, pero yo mas que esas dos cosas que considero que en la amistad no puedan existir iría mas lejos, no tolero y sobre todo me apena el saber que los amigos pueden cambiar tanto que no los reconoces, o puede ser que con el paso del tiempo las personas cambiamos tanto que no nos damos cuenta de que no somos los mismos.

Un saludo a mis seguidores y a mis compañeros blogueros, espero vuestros comentarios

María Jesús