domingo, 26 de mayo de 2013

¿QUE CALIFICACION RECIBIRÍAMOS LOS PADRES?

Hoy visitando mi página de Facebook, un amigo (porque durante muchos años ha sido profesor de Filosofía de mis tres hijos, y ahora que no nos une una relación de colegio, lo considero un buen amigo) ha colocado un texto bastante conmovedor, que me gustaría compartir con las personas que visitan mi blog.
Aquí queda y cada persona que saque su idea:

BOLETA DE CALIFICACIONES. VALE LA PENA LEERLO.
Era miércoles, 8:00 a.m., llegué puntual a la escuela de mi hijo -“No olviden venir a la reunión de mañana, es obligatoria - fue lo que la maestra me había dicho un día antes.
-“¡Pues qué piensa esta maestra! ¿Cree que podemos disponer fácilmente del tiempo a la hora que ella diga? Si supiera lo importante que era la reunión que tenía a las 8:30.

De ella dependía un buen negocio y... ¡tuve que cancelarla!

Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar. No recuerdo qué dijo, mi mente divagaba pensando cómo resolver ese negocio tan importante, ya me imaginaba comprando esa nueva televisión con el dinero que recibiría.

Juan Rodríguez!” -escuché a lo lejos -“¿No está el papá de Juan Rodríguez?”-Dijo la maestra.
“Sí aquí estoy”- contesté pasando al frente a recibir la boleta de mi hijo.

Regresé a mi lugar y me dispuse a verla. -“¿Para esto vine? ¿Qué es esto?” La boleta estaba llena de seises y sietes. Guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones que había obtenido mi hijo.

De regreso a casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba:

“Pero ¡si le doy todo! ¡Nada le falta! ¡Ahora sí le va a ir muy mal!” Llegue, entré a la casa, azoté la puerta y grité: -“¡Ven acá Juan!” Juan estaba en el patio y corrió a abrazarme. -“¡Papá!” -“¡Qué papá ni que nada!” Lo retiré de mí, me quité el cinturón y no sé cuantos azotes le di al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él. “¡¡¡¡ Y te me vas a tu cuarto!!!”-Terminé.

Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba.

Mi esposa no dijo nada, sólo movió la cabeza negativamente y se metió a la cocina.

Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa se acercó y entregándome la boleta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco, me dijo:

-“Léele despacio y después toma una decisión...”. Al leerla, vi que decía: BOLETA DE CALIFICACIONES Calificando a papá:

Por el tiempo que tu papá te dedica a conversar contigo antes de dormir: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para jugar contigo: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para ayudarte en tus tareas: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica saliendo de paseo con la familia 7
Por el tiempo que tu papá te dedica en contarte un cuento antes de dormir 6
Por el tiempo que tu papá te dedica en abrazarte y besarte 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para ver la televisión contigo: 7
Por el tiempo que tu papá te dedica para escuchar tus dudas o problemas 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para enseñarte cosas 7

Calificación promedio: 6.22

Los hijos habían calificado a sus papás. El mío me había puesto seis y sietes (sinceramente creo que me merecía cincos o menos) Me levanté y corrí a la recamará de mi hijo, lo abracé y lloré. Me hubiera gustado poder regresar el tiempo... pero eso era imposible. Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por las lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: -“¡Te quiero papito" Cerró sus ojos y se durmió.

¡Despertemos papas! Aprendamos a darle el valor adecuado aquello que es importante en la relación con nuestros hijos, ya que en gran parte, de ella depende el triunfo o fracaso en sus vidas.

¿Te has puesto a pensar que calificaciones te darían hoy tus hijos? Esmérate por sacar buenas calificaciones...

Un saludo a todos mis seguidores.
María Jesús

3 comentarios:

  1. Estupenda reflexión.
    El tiempo que le dedicamos a la familia debería ser el más valioso para nosotros.
    Saludos

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  2. Sabía que te gustaría, creo yo también lo mismo, pero por las circunstancias de la vida y el trabajo, muchas veces tenemos que hacer de las 24 horas que tiene el dia, que se nos conviertan en 34.
    Pero para eso somos un poquillo "magos" y a veces resulta.
    Un saludo
    María Jesús

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  3. Me ha gustado mucho el articulo sobre la educación que has puesto,no había tenido ocasión de leerlo todavía, supongo que al profesor que te refieres es a Manolo.
    Espero que cuando nuestros hijos lleguen a mayores y tengan hijos sepan valorar la dedicación que hemos tenido siempre por y para ellos no sabemos si estaremos aprobados o suspensos.
    Nos queda la esperanza de haberlo hecho lo mejor posible.
    un beso.

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